viernes, 11 de noviembre de 2011

Captar la atención del público



El último día estuvimos hablando sobre cómo captar la atención del público y mantener su interés, poniendo ejemplos de curas, etc. Es cierto que es una de las fobias de muchas personas. Informándome un poco he encontrado una serie de técnicas como por ejemplo imaginarse un auditorio desnudo, pero a parte de las técnicas, para qué vamos a mentirnos, siempre ayuda tener una cierta seguridad, que permita improvisar y añadir fluidez, cosa imprescindible para la comunicación.


No hay un método único para tener a nuestro público interesado en aquello que decimos. En general, si el orador está seguro de si mismo y domina el tema que trata, estará dispuesto a transmitir con entusiasmo lo que quiere comunicar.
Es imprescindible no memorizar el texto, sino preparar el guión que nos permita hablar de una manera natural y con posibilidad de improvisar de acuerdo con la actitud que percibimos en el auditorio. 


A continuación expongo una serie de pasos que he encontrado que nos ayudarán a captar la atención:


  • La posición del cuerpo: ponernos de pie, salir de detrás de la mesa, acercarnos a los asistentes, pasearnos por el pasillo central.
  • Los gestos: procurar que no sean forzados, pero que acompañen a lo que decimos con las palabras, evitando movimientos que delatan nerviosismo y procurando controlar los tics.
    La voz: utilizando un tono alto y seguro, contundente, evitando la entonación monótona, acentuando las palabras clave, cambiando de ritmo, vocalizando cuidadosamente.
  • Los silencios: haciendo una pausa clara entre una idea y otra, al final de una pregunta retórica, antes de emitir un enunciado importante o para preparar el final.
    Los recursos lingüísticos: utilizando frases hechas, refranes, comparaciones, metáforas, ejemplos, onomatopeyas; evitando los cultismos excesivos, tecnicismos y, sobretodo, extranjerismos.
  • Los recursos expresivos de todo tipo: el humor, la narración, la parábola, el uso de citas de personajes ilustres.
  • El soporte audiovisual: diapositivas, presentaciones de Power Point, imágenes de vídeo.
  • La expresión facial: la sonrisa, especialmente a la hora de establecer el primer contacto, y la mirada, que debemos utilizar para mostrar a quién nos escucha nuestro interés para ser comprendidos y que nos preocupa su opinión.
  • El contenido: haciendo que el principio y el final sean memorables, explicando pocas ideas pero muy claras, hablando en concreto y no en abstracto.
  • La relación con el público: formulando preguntas retóricas o reales; permitiendo la participación; facilitando la interacción a través de la polémica; fomentando el diálogo, el comentario de casos, de diferentes experiencias, etcétera.

    Existen muchas maneras de transmitir el conocimiento. Puede ser por escrito, en documentos completos y rigurosos. Pero para mí sin duda la transmisión oral en público va mucho más allá, quizás es porque nunca he valido para ello, por verguenza ha hablar en público y esas cosas;pero ya hemos visto que para la transmisión oral en público no sólo hay que saber hablar, es casi un arte.
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